Comprar Llamas Artificiales

Son dispositivos que simulan fuego mediante el uso de una tela que se mueve gracias a ventiladores internos y se ilumina con luces LED de tonos cálidos. No generan calor, ni humo, ni combustión real. El efecto visual es dinámico, convincente y totalmente seguro.

Muy poco. Solo es recomendable limpiar la tela ocasionalmente, asegurarse de que el ventilador no tenga obstrucciones y comprobar que las luces LED funcionan correctamente. No usan consumibles, así que no hay piezas que reponer ni líquidos que cargar.

Sí. Al no producir calor ni fuego real, son 100% seguras incluso en lugares cerrados o con techos bajos. No necesitan zonas de seguridad ni autorizaciones especiales.

Sí, aunque se recomienda que estén protegidas del viento fuerte y no expuestas directamente a la lluvia. En exteriores cubiertos o con condiciones controladas, el efecto sigue siendo muy realista.

Las llamas artificiales funcionan mediante un sistema de iluminación LED de alta intensidad, normalmente en tonos cálidos (rojo, naranja, amarillo), que proyectan sobre una tela en movimiento. Algunos modelos incorporan luces programables o sistemas de cambio de color para crear diferentes efectos según la ambientación deseada. Este tipo de iluminación tiene una vida útil muy larga, consume poca energía y no genera calor, lo que contribuye a que el dispositivo sea seguro y fácil de mantener.

Estas máquinas están diseñadas para funcionar durante largos periodos de tiempo sin necesidad de apagarse, ya que no generan calor significativo ni se deterioran con el uso continuado. Pueden permanecer encendidas durante todo un evento, jornada laboral o función teatral sin problema. Eso sí, se recomienda no cubrir las salidas de aire y garantizar una buena ventilación para que el ventilador interno trabaje correctamente.

Todos los modelos de llamas artificiales funcionan con alimentación eléctrica estándar, normalmente a 220V. Algunos modelos incluyen interruptor independiente, control remoto o incluso compatibilidad con sistemas DMX en instalaciones más complejas. No requieren baterías, gas ni ningún tipo de fuente adicional de energía, lo que los hace muy prácticos tanto para montajes fijos como temporales.