Fuego y efectos especiales
En una cultura como la española, en la que fuego está tan presente, dentro de la gama de efectos especiales no podían faltar los lanzallamas, las recargas de spray de fuego para lanzallamas y la máquina de humo, elementos que podemos encontrar en Máquinas FX y que tanta vistosidad aportan a los eventos.
Efectivamente, el culto al fuego está muy extendido por toda España, donde de alguna u otra manera, está presente en las fiestas de todas las ciudades y pueblos, aunque solo sea a través de la pirotecnia. Es obvio que nuestro país siente fascinación por el fuego.
Para muestra, un botón: la noche del 23 al 24 de junio, que nació como fiesta de origen pagano y que, posteriormente, fue cristianizada para honrar a San Juan Bautista; una celebración llena de simbología: el fuego purifica y el agua bautiza.
Las hogueras de San Juan: el fuego purifica y el agua bautiza
Se celebra a lo largo y ancho de toda la geografía española, y en la costa mediterránea, en las playas, que esa noche están literalmente tomadas por la ciudadanía. Hace 20 años, sin tantos controles, ni legislación, sacábamos de casa los trastos viejos e inservibles, y los poníamos a arder donde buenamente podíamos, para ahuyentar a los malos espíritus y librarnos del mal fario.
Se trata de una fiesta que se celebra en toda España, sobre todo en Alicante, muy parecida a las fallas de Valencia, cuya nit de la cremà es el 19 de marzo. Según la leyenda, las inició el gremio de carpinteros la víspera de San José, allá por el siglo XIX, quemando en una hoguera purificadora todo aquello que se había quedado viejo e inservible.
Y luego están las luminarias de San Antonio, en las que puedes cruzar descalzo sobre las llamas para ahuyentar enfermedades, o el toro embolado, danzando por las calles con sendas bolas de fuego sobre sus astas.
Pero para hacer fuego en cualquier evento, no solo en la noche de San Juan, nada mejor que los lanzallamas, esas maquinas que producen una bola de fuego, con la que todos los asistentes a una fiesta quedarán asombrados.